14 nov 2010

Contando experiencias... Nápoles- Pompeya

Nápoles es la ciudad de la región de Camparia y de la provincia de Nápoles. Tiene una grande riqueza histórica, artística, cultural y gastronómica que ha llevado a la Uncesco a declarar su centro histórico Patrimonio de la Humanidad. No obstante, no es oro todo lo que reluce. En las últimas décadas son numerosos los casos de crimen organizado y mafias que han saltado a los medios de comunicación constituyendo un importante freno para el turismo de la ciudad y su desarrollo económico y social. Por otra parte, la basura que se acumula en la ciudad de Nápoles y la falta de cuidado patente en sus monumentos, alrededores y calles, la desfavorecen, por ello, La Comisión Europa ha advertido a Italia que ha de retirar las 2.400 toneladas de basura que se han apilado en las calles de Nápoles inmediatamente.

Castillo del Huevo
Aun desmejorando estos problemas la ciudad de Nápoles, ésta sigue reluciendo por su centro histórico, particularmente por sus castillos. Cerca del puerto se encuentra El Castillo del Huevo que se denomina así porque, según la leyenda, Virgilio escondió en el interior de éste un huevo que soportaba  la estructura del edificio, y que, si se rompía provocaría el hundimiento de la fortaleza. Cerca de  éste se encuentra el Castillo Maschio Angioino construido entre 1279 y 1282 por Carlos I de Anjou, todo un récord, siendo el palacio real de su dinastía.

También destaca la Catedral de Nápoles que data del S. XIII y posee diversos estilos arquitectónicos: la fachada neogótica del Purismo italiano del siglo XIX, puertas góticas y la sala principal barroca donde se encuentra la capilla del tesoro que posee la estatua de San Genaro -patrón de Nápoles- y otras 51 estatuas de plata. Como curiosidad, en la capilla están recogidas cápsulas que contienen la sangre de San Genaro y cada 19 de septiembre -aniversario de la muerte del santo- la sangre se licúa. Milagro que atrae a miles de fieles anualmente. También encontramos el Palacio de Capodimonte, sede de una de las pinacotecas más importantes de Italia, la Iglesia de San Domenico Maggiore que contiene rasgos de estilo barroco del siglo XVII, y de estilo neogótico del siglo XIX,  la Basilica di Santa Maria del Carmine Maggiore ubicada donde ocurrió la revuelta de Masaniello en 1647 durante la cual se dice que un proyectil entró en la iglesia directo contra la cruz de Cristo, pero que Jesús cambió el curso del disparo, dañando solo la corona de espinas, teniendo lugar de este modo el segundo milagro en la ciudad de Nápoles. 

Piazza del Plebiscito
También puedes visitar la  Plaza Plebiscito donde se encuentran el Palacio Real y el Teatro San Carlo y se erigen la estatua de Carlos III y la de Fernando I que conmemora el regreso al poder de la Casa de Borbón, tras la ocupación napoleónica y el gobierno de Murat. Aquí se encuentra también la impresionante Basílica de San Francisco de Paula de 53 metros de altura, 38 columnas dóricas y un pronao monumental enfrentado al Palacio Real, y, si te apetece dar hacer unas compras tras tantas visitas monumentales, puedes visitar la Galería Umberto I que es un punto de comercio celebre en Nápoles. Nápoles es un interesante punto de partida hacia otros destinos cercanos como Pompeya, el Palacio Real de Caserta, las islas de Capri e Ischia o la Costa Amalfitana.

Calle de Pompeya
Recomiendo visitar  la ciudad de Pompeya. Ciudad de la Antigua Roma que fue enterrada por la violenta erupción del Vesubio el 24 de agosto del año 79 d. C. –volcán que también terminó con la ciudad de Herculano- . La ciudad ofrece un relato único de la historia de los romanos del siglo I donde puedes hacerte una nítida idea de cómo vivían. Entre todos los restos que alberga la ciudad, son relevantes el foro; centro de la ciudad donde se albergaba el comercio de la época, los templos entre los que destacan el de Júpiter, el de Venus y el de Apolo, el jardín de los fugitivos con restos de las víctimas del Vesubio, el Macellum; mercado donde se preparaba la pesca, las termas Estabianas, el edificio de Eumaquía donde tintoreros y lavanderos realizaban sus labores, la Basílica que era a sede de la justicia, los teatros (el grande, el pequeño y el anfiteatro), la Palestra Samnita y la Grande donde se realizaban actividades deportivas y de ocio, y las residencias de los habitantes desde las más lujosas como la casa del Fauno hasta las más comunes como las ínsulas; casas de cinco o más plantas, estrechas, con altas escaleras y ventanas a la calle, y el Lupanar (prostíbulo romano) en donde las paredes se encuentran decoradas con diversos frescos eróticos.  No te pierdas el testimonio único que esta pequeña ciudad alberga, una imagen fiel de lo que la Antigua Roma fue.