25 ene 2011

Dublín, un día para conocerla y el resto para disfrutarla

Dublín, la capital de Irlanda, se encuentra cerca del centro de la costa este de la isla, en la desembocadura del río Leffey y en el centro del Condado de Dublín. Posee historia literaria de fama mundial, habiendo producido muchas figuras prominentes, incluyendo a ganadores de premios Nóbeles como William Bitler Yeats, George Bernard Shaw y Samuel Beckett. 
Si quieres hacerte una idea más nítida de la ciudad, te animo a que visites la actualización del día 18 de enero en la que aparece adjunto el videoclip de U2; The sweetest thing, que fue rodado en una típica calle dublinesa del barrio georgiano con puertas pintadas de diferentes colores, que constituyen un emblemático símbolo de la ciudad.

Lo primero que hay que hacer cuando uno llega a Dublín es probar una cerveza negra, aunque no te guste. Es la única manera de sentirse como un auténtico dublinés y de visitar la ciudad como se merece. En cualquier pub ambientado con actuaciones de música country en vivo y en directo puedes disfrutar de una buena cerveza fría. Como en la gran mayoría de las ciudades europeas, la marcha empieza más temprano que en España, a partir de las siete de la tarde ya es buen momento para pedirte una. Es tradicional en Dublín la fábrica de cerveza Guinness, donde después de recorrer la fábrica en la que te explicarán con todo detalle el proceso de la elaboración de la cerveza, podrás disfrutar de una Guiness en la  terraza de la parte superior de la fábrica desde donde hay una magnífica panorámica de todo Dublín.

Dublín es una ciudad joven con tradiciones ancestrales y edificios victorianos que la han convertido en un  punto de encuentro para viajeros de todo el mundo. Al lado de los pubs centenarios e impresionantes librerías con innumberables historias que contar surgen diariamente tiendas de diseño, restaurantes con sabores de todo el mundo, cafés, y como no, teatros que han hecho famosos a actores mundialmente famosos como a Noel Purcell y Colin Farrell. 

Christ Church Cathedral
En el centro histórico de Dublín, siguen en pie los iconos más importantes de la ciudad: la catedral de San Patricio que fue construida en 1270 y es la catedral más grande y una de las más emblemáticas del país. A un lado de la catedral se encuentra el Parque San Patricio, un lugar ideal para disfrutar del aire libre. En los jardines de la catedral de San Patricio se encuentra la tumba del escritor de "Los viajes de Gulliver", Dean Johnathan Swift. En Irlanda las tumbas se rematan con una alta y monumental cruz celta en la parte superior, un icono religioso que combina la cruz cristiana con un círculo rodeando su intersección que se remonta a los primeros tiempos del cristianismo en Irlanda, que dio como resultado  la unión cristiana con el arte céltico insular.

Otro monumento emblemático es Christ Church Cathedral, la catedral medieval más antigua de la ciudad que data del año 1038. Contiene la cripta catedralicia más grande de Gran Bretaña e Irlanda. La catedral está concentada con Dublinia, un museo vikingo que expone la historia medieval de Dublín. 
En el centro de Dublín se encuentra el edificio gótico del Trinity College que, rodeado por un cuidado césped, es la institución académica más antigua de todo Dublín. Enfrente de la entrada de la universidad se encuentra la también conocida estatua de Molly Malone. Se cuenta que era una mujer que de día trabajaba como pescadera y de noche era dama de compañía.  Su nombre ha dado juego a populares canciones de Dublín.

Temple Bar, Dublín
 Si quieres más información, este barrio dispone incluso de una página web propia en donde te puedes informar acerca de lo último que ocurra en el barrio: http://www.templebar.ie/
Si te apetece disfrutar del aire libre y dar un agradable paseo, te invito a que visites St. Stephen´s Green. Pero si por el contrario quieres perderte en la música, el ajetreo y la marcha de Dublín, el barrio del Temple Bar es donde debes ir. La zona del Temple Bar es donde se reúnen los  pubs, restaurantes, teatros, músicos callejeros, mercadillos de antigüedades, y actividades
culturales de todo tipo.

Con un día uno tiene suficiente tiempo para visitar todos los monumentos que hay en Dublín, con lo cual puedes reservar el resto del tiempo para disfrutar de la ciudad.